jueves, septiembre 21, 2006

Calderón y Stalin
Una reflexión sugerida por mi gurú, Slavoj Zizek, ha impedido que termine mi torta de pavo. Cito textual un fragmento del volumen La suspensión política de la ética: "En Historia del partido comunista (bolchevique) de la URSS, la biblia stalinista, se encuentra una paradoja única cuando Stalin (que es el verdadero autor del libro) describe el resultado de la votación en el congreso del partido a finales de la década de 1920: 'con una enorme mayoría, los delegados aprobaron unánimemente la resolución propuesta por el comité central'. Si el voto fue unánime. ¿dónde desapareció la minoría? Lejos de traicionar cierto giro 'totalitario' perverso, esta identificación es constitutiva de la democracia como tal". No es por ser pesimista, pero todo apunta a que la estrategia de Felipe Calderón cuando sea presidente de México será ésa: invisibilizar a la banda crítica, aun cuando ésta sea, como se ha visto, mayoría. En lo sucesivo, la frase de los panistas en el Congreso mexicano será, con toda seguridad, "ganamos por una mayoría unánime". Bien dice Zizek que en estos tiempos postideológicos la característica por antonomasia de la ideología es el cinismo, la ironía. Por eso mi siguiente libro se titulará, sin más, De Karl a Groucho.
CAS

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