sábado, septiembre 06, 2003

Hoy es un día aciago. La ausencia de una señora que me haga el aseo ha empezado a rendir frutos; me acabo de encontrar un ciempiés al lado de una maceta. Sobra decir que vivo en un tercer piso y la maceta está dentro de mi casa (lo pisé; no murió. Me debatí con cada uno de sus pies pero siguió vivo. Entonces tuve que quemarlo parte por parte). Además, la tapa de alcantarilla de Nicoménicus sigue aquí afuera, Playboy Channel lo han doblado por completo al español y al rato tengo que acompañar a Miriam a que le saquen las muelas del juicio. Esto último no tendría ningún asegún si ella llegara, se sentara tranquilamente, la doparan como Dios manda y, sin más, se las extrajeran; pero no es así y sufro por ello. De entrada puedo decir que no soporta que alguien más le meta nada en la boca (lo único que acepta, con trabajos, son los cubiertos). Está de más decir que los dentistas la padecen, pues les quita la mano cuando intentan observar con un explorador de qué se trata su dentadura. Tenía diez años de no ir al dentista y ahora le van a quitar un par de muelas. Me preguntó si se podía morir y le contesté que dependía de que se estuviera quieta para que el dentista no le clavara la jeringa de anestesia en la glotis. Por supuesto me arrepentí en el acto porque, por lo demás, es una probabilidad muy alta. El Fuc dice que debiera tomarse unos valiums para que esté más tranquila; yo, por si las dudas, ya tengo preparado un lazo que utilizaré a la menor provocación. Por eso concluyo que hoy es un día aciago: un ciempiés, una alcantarilla, Playboy Channel en español y una mujer con dos muelas menos, que seguramente dirá que el futbol acrecienta su dolor y mejor apague la televisión.

CAS

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