martes, junio 10, 2003

George W. Castro

Una de las construcciones demagógicas, de peso y casi indiscutible, que hace que en Cuba siga existiendo una dictadura después de 44 años, es esa célebre frase de Fidel Castro, "la historia me absolverá". Ayer George W. Bush, sin saberlo por supuesto (no le pidamos peras al olmo), declaró en relación con la invasión a Irak: "el tiempo y la historia probarán que hice lo correcto". De ingenuos está lleno el mundo, pero en ambos casos el sentido común exige una pregunta elemental: ¿cuándo será eso? Basta con tener la mitad de dedos en la frente que tiene Condoleezza Rice para saberlo: cuando ambos estén muertos. Aunque el futuro absoluto sea un estadio difícil de discutir, doble contra sencillo a que en sus tumbas no se hallarán ni pruebas ni absoluciones .

CAS

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